martes, 24 de julio de 2018

Ermita de San Frutos - Hoces del Duratón en Segovia


Llegar a la ermita de San Frutos y trasladarte a otra época es todo uno. Cuando llegas, inmediatamente, te preguntas como se les ocurría vivir allí, pero después de unos minutos lo entiendes perfectamente.



San Frutos se encuentra dentro del parque de las Hoces del río Duratón en Segovia, pertenece a Carrascal del Río y se llega por un camino de 4 km. desde Castrillo de Sepúlveda. 













Los meandros del río y los buitres que de vez en cuando te sobrevuelan hace que el sitio sea especial y silencioso, porque hay épocas que por las crías de los buitres no se puede hacer ruido.








Desde el aparcamiento de coches se baja como unos 700 metros y a la derecha hay un mirador desde donde se ve el cañón y meandro perfectamente junto con la presa del Burgomillodo. 

































La ermita es de las que dicen que si le das la vuelta se te quitan los dolores de muelas, bueno, de muelas y de todo.




Es de estilo románico sobre otra construcción visigótica, se cree que fue San Frutos en el siglo VII quién la erigió, junto con sus hermanos. San Frutos se celebra el  25 de octubre.








En esta zona se puede ir por el río en canoas, hay varias empresas que se dedican a alquilarlas e incluso se puede ir con guía.









martes, 6 de marzo de 2018


Segovia en un día

Segovia tiene tantas cosas que ver y hacer, que un día es insuficiente para todo. Os voy a contar lo que nosotros hemos visto en un día.

Estuvimos, un grupo de amigos, a principios de marzo, hacía frío pero el sol lució y no nos llovió.


Llegamos a las 10 de la mañana a Segovia, el aparcamiento es un problema, ya que tiene mucha zona azul. Aunque como no es una ciudad muy grande siempre se puede ir a aparcar un poco más lejos y caminar.

Nosotros decidimos dejar el coche en el aparcamiento de San Millán, que está muy céntrico pero fue muy caro.Subimos por la calle Real desde el Acueducto a la plaza Mayor para entrar en la catedral y subir a la torre. 

Tienen cuatro subidas al día, en horario de invierno. Nosotros subimos en la primera, a las 10:30h. La entrada para los segovianos es un poco más barata que para el resto. No hay ascensor, se sube de tres veces y son 190 escalones más o menos. 




La primera parada se hace después de subir unas 70 escaleras, en una sala cuya función no está clara. Creen que se usaba para reuniones del clero, ya que tiene un pasamanos de piedra con lo que indicaría que subían a menudo. Allí vimos un vídeo muy interesante sobre la historia de la torre y su incendio, por la caída de un rayo, en 1614, que hizo que el chapitel se cayera y que posteriormente se reconstruyera con forma de cúpula.







En el siguiente tramo se llega a la casa del campanero, donde vivía la familia, con un salón, una cocina y una habitación con dos alcobas. La segunda planta era usado de gallinero, baño y la salida de humos de la cocina. También está la sala de reloj.7





Subimos otros 60 escalones y se llega a la parte de las campanas, 10 con distintos nombres. Allí arriba sopla un viento fuerte, pero las vistas son impresionantes, por un lado la ciudad con la sierra al fondo, por otro la parte del río Eresma con la Casa de la Moneda, el Monasterio de Santa María del Parral y la Iglesia de la Vera Cruz, por otro el Alcázar y por otro el río Clamores y cementerio judío con la sierra de fondo.







La visita dura aproximadamente una hora. Cuando bajaos visitamos la catedral, el claustro y los museos.




 Nuestra siguiente visita es el Alcázar, desde la catedral tomamos la calle Marqués del Arco hacia la izquierda y bajamos pasando por la plaza de la Merced, donde está la iglesia de San Andrés.

La entrada al Alcázar para los segovianos también es más barata. Como queremos visita guiada esperamos a las 13 h. (las visitas guiadas son cada media hora).

 
















El Alcázar es un palacio con aspecto de castillo-fortaleza enclavado en la parte alta de la confluencia de los ríos Eresma y Clamores. Se visita la planta baja, la torre del homenaje y una parte pequeña del sótano. Contiene colecciones de armas (espadas, cañones, ballestas…) armaduras, muebles originales de varios reyes y tapices. Las vistas son estupendas y merece la pena subir hasta la torre.


















Cuando salimos callejeamos un rato por la parte que se encuentra entre la catedral y el río Clamores, junto a la muralla, lo que es la judería.










Después nos vamos a la Casa de la Moneda, donde comemos en el restaurante El Ingenio Chico. Un sitio estupendo con un menú de 24,90 (bebidas aparte), donde el servicio fue exquisito.



A las 17 h. nos vamos a la visita guiada del Monasterio de Santa María del Parral (sólo hacen dos al día). Es un monasterio con monjes jerónimos, que son de clausura. La fachada está deteriorada y a medio terminar. Pero el interior es una preciosidad.

El retablo mayor es de madera policromada y los laterales son de alabastro. También tiene una entrada a la sacristía digna de admirar. 



Y en un lateral tiene una curiosa exposición de arcos de distintos estilos arquitectónicos.




Desde allí nos llevan a ver el claustro de la portería, con un estanque y una vista espléndida del alcázar y un claustro pequeño que llaman de la hospedería.

La visita es gratuita, pero se puede dar la voluntad al acabar.










Cuando salimos damos un paseo por la parte de arriba, ya que hay muchos caminos para andar, por la parte del río y la casa de la moneda. Desde allí nos vamos a la iglesia de la Vera Cruz, una pequeña iglesia de planta dodecagonal de estilo románica.





Cerca de allí está el sepulcro de San Juan de Cruz en el Convento de las Carmelitas Descalzas y la iglesia de la Fuencisla, iglesia de la patona de Segovia y que está debajo de unas rocas.




La visita la acabamos con una vista, ya nocturna del alcázar desde la pradera.