Canal de Castilla - De Grijota a El Serrón

 

Ruta realizada a principios de febrero, con un tiempo primaveral más que invernal. Ruta sencilla, camino llano y unos 8 kilómetros. 

Partimos de Grijota, un pueblo al lado de Palencia capital. 

Ahí se encuentran las esclusas 28 y 29 del ramal del sur del Canal de Castilla, junto a una antigua fábrica de harinas hoy en ruinas. 

Remontamos por la margen izquierda y lo primero que hacemos es cruzar una carretera que, como muchas en el canal, está a ras del agua con lo que en este tramo la navegación es imposible. 

A unos dos kilómetros y medio, más o menos, está el enclave El Serrón, un conjunto de tres esclusas, la 25, 26 y 27 junto a otra fábrica que también se encuentra en ruinas.

El Serrón es el lugar donde el Canal de Castilla se bifurca, y pasa a ser el ramal de campos, que acaba en la dársena de Medina de Rioseco y el ramal sur, que acaba en la dársena de Valladolid.

Seguimos caminando al lado del ramal de campos, camino de Villaumbrales, que sería el primer pueblo al que llegaríamos aunque nos quedamos en el acueducto de Corbejones. 

Allí damos la vuelta para regresar el punto de partida, Grijota.

Ruta por los montes de Valsaín, cueva del monje y fuente del ratón

 

Es una ruta circular, corta de algo más de 7 kilómetros.

Salimos del Centro Montes y Aserradero de Valsaín, en La Pradera de Navalhorno. Se sube por una pista asfaltada entre pinos y robles.

 Cuando los pinos lo permiten se ve el embalse del Pontón.

Seguimos subiendo por la pista y al llegar a una explanada donde hay un refugio de anfibios y reptiles es donde vemos lo que llaman la cueva del monje, que no es otra cosa que una piedra caballera que se asienta sobre dos rocas haciendo que parezca una cueva.

Desde allí para ir a la fuente del ratón tenemos dos caminos, monte abajo o seguir por la pista, elegimos lo último porque en la otra quizá haya barro por las últimas lluvias.

Como medio kilómetro más de pista sale un camino a la derecha por el que bajamos y llegamos, entre pinos y helechos, a la fuente del ratón.

La fuente del ratón tiene una mesa con bancos para hacer un descanso en el camino.

Después ya sólo bajamos por el camino de los bolos, llamado así por la grandes piedras de granito que se pueden contemplar, hasta llegar al Ceneam, Centro Nacional de Educación Ambiental, y desde allí regreso bordeando el pueblo hasta el punto de partida.

Ruta por la Hoces del río Riaza, Segovia

Las Hoces del río Riaza se encuentran en la provincia de Segovia, en el límite con la provincia de Burgos. 

Es un Parque Natural, donde además de mucha vegetación se pueden ver buitres leonados sobrevolando el río.

El embalse de Linares hace que el río Riaza tenga un caudal controlado.

Este Parque Natural tiene varias rutas, la que yo he paseado es la que va desde el aparcamiento para bajar a la base de la presa hasta la iglesia de San Martín del Casuar y volver por el mismo camino.

Más o menos son unos 16 km y todo el camino discurre al lado del río.

Desde el aparcamiento se baja por una carretera asfaltada desde donde se ve el desfiladero y el viaducto.

Se llega a la base de la presa del embalse de Linares y allí está el cartel que anuncia la senda para llegar a la iglesia.

El camino es llano y en los dos primeros kilómetros no hay sombra, pero después hay bastante vegetación, pinos y sabinas.

Pronto se llega al viaducto que se cruza por debajo, era la vía que comunicaba por tren Madrid-Burgos.

Cuando el desfiladero se abre nos encontramos con el cruce que va a la iglesia románica (hoy en ruinas) que se llama San Martín del Casuar y pertenecía a un convento del que hoy no queda nada.

Desde ese cruce se puede ir a los pueblos de Montejo de la Vega de la Serrezuela o a Valdevacas.

La vuelta la realizo por el mismo camino por el que he llegado.

Ruta por el Chorro de Navafría, Segovia

 

Una ruta por el Chorro de Navafría (Segovia). Es una ruta sencilla, circular, de unos 9 kilómetros. Es la que hice, pero hay más por la zona. 

 

Desde el área recreativa donde está el bar, las piscinas naturales y el aparcamiento se sube como un kilómetro hasta llegar a la cascada del arroyo Chorro, afluente del Cega. Una caída de 20 metros que ahora, en julio, llevaba poca agua.

 

Después, se sigue subiendo por un sendero empinado, pero sin complicación, hasta llegar a la parte de arriba. Allí hay una fuente y un mirador. Se sube entre pinos y helechos.

 

Desde allí se baja un poco para cruzar el río por un puente de madera y comenzar el descenso hasta llegar a la zona de recreo. Está perfectamente señalizada.

Una zona muy buena porque cuando hace calor, allí hace algún grado menos.

En la parte de abajo tienen un bar, aparcamiento y piscinas naturales. Es una ruta que se puede hacer en cualquier época del año.

En la parte de arriba el arroyo Chorro suena así: