La ruta sale desde el pueblo y el coche se deja en una arboleda. Después, andando son unos dos kilómetros por pista forestal sin ninguna complicación. El mirador está peligroso, sin ningún tipo de protección.
Se ve una visión entera y frontal del Pozo de los Humos, aunque al caer poca agua no se ve el famoso “humo” que forma la cascada.
Luego nos vamos al Pozo Airón, una cascada menos conocida. Se accede por un sendero estrecho de unos tres kilómetros.
El salto es muy bonito porque se puede pasar por detrás y estar muy cerca del agua.
Hacia el mediodía nos vamos a Aldeadávila donde tomamos una caña y nos vamos a la zona recreativa Prado de los Toros a comer un bocadillo.
A las 16:30 h. tenemos hora para el paseo en el barco que sale desde la playa del Rostro en Corporario.
El paseo dura sobre una hora y media. Llueve a ratos, pero como el barco es cubierto no hay problema. El barco llega hasta la presa de Aldeadávila.
En la primera parte nos van explicando peculiaridades de la zona, como se distribuye el agua del Duero al pertenecer a dos países, la construcción de la presa y vamos viendo polluelos de buitres y águila.
Esa noche cenamos en el restaurante El Paraíso de Aldeadávila de la Ribera.
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