La ruta entre Soncillo y Cidad de Ebro es una maravilla.
La primera parada fue en las cuevas de Piscarciano, un conjunto de
tres cuevas de tipo cárstico de los más grandes de la península.
La Cueva de las Vacas sería el sumidero que se abre en la parte
occidental de la depresión de Piscarciano con una boca de amplias dimensiones,
visible desde la carretera. Esta cueva tiene otra entrada que actúa de
resurgencia y se abre mirando a poniente en el Barranco de Vallengua.
La ruta sigue entre espesa vegetación hacia el arroyo de las
Palancas, angosto desfiladero de 5 metros de anchura y paredes de más de 100
metros de altura.
Pasamos por San Miguel de Cornezuelo y su iglesia de San Miguel que data del siglo XII.
Acabamos en Cidad de Ebro, un pueblo del Valle de Manzanedo por donde pasa el Ebro.
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