El Camino de San Frutos es una
ruta de peregrinación, poco conocida, pero que tiene su encanto. Parte de
Segovia y a lo largo de 80 kilómetros, unas cinco etapas, finaliza en la ermita
de San Frutos en las Hoces del Duratón.
La etapa que recorrimos, organizada por la Asociación Camino de San Frutos, fue desde la plaza de Santo Domingo de Pirón por la calle que baja desde el lateral del Ayuntamiento para ir al pueblo de Tenzuela.
Allí visitamos su iglesia, románica, de una sola
planta, espadaña y con zona porticada en la entrada.
Desde Santo Domingo de Pirón se
podría ir por la ruta de Caballar o por el Camino de la Sierra. Esta vez la
Asociación eligió ir por Caballar. Fue el final de la etapa.
Salimos de Tenzuela para ir a
Carrascal de la Sierra, donde hacemos un alto para reponer fuerzas. El camino
que tomamos está detrás del frontón y nos llevará a la última parada, Caballar.
Cuando encontraron las cabezas
las sacaron y las llevaron a la iglesia. A partir de entonces se produjo un
periodo de sequía que se asoció al hecho de sacar los cráneos de la fuente. Por
eso, cuando hay sequía sumergen las reliquias en la fuente para que llueva.
Finalizamos la etapa visitando la
imponente iglesia románica en lo alto del pueblo, donde están las reliquias.






















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