Es una ruta corta, no más de 4 kilómetros, que se completan descendiendo hasta la ermita.
El coche se deja en el aparcamiento que está a 3 kilómetros de Villaseca, llegando por una pista forestal.
Bajando por el camino a la derecha se va al mirador de San Frutos desde donde se disfruta de una espectacular vista de la ermita y el meandro. Desde allí sale una senda, no señalada, pero marcada por las pisadas de los senderistas.
Se puede ir al lado del cañón, disfrutando de las vistas, y no mucho más allá ya se ve el embalse de Burgomillodo.
No pude llegar hasta la presa porque a la derecha hay otro cañón, con el arroyo del Barranco y no se puede cruzar.
La ruta se puede completar con la bajada a la ermita, visitarla, cruzarla e ir hasta el cementerio donde están enterrados los santos y al lado otro donde está gente del pueblo de Carrascal del Río.