El 4 de agosto volamos en globo sobre Valladolid. Lo hicimos con la empresa vallisoletana Vallaglobo.
A las 6:45 h. de la mañana estábamos viendo como inflaban el globo con los primeros luces del amanecer. El despegue lo hicimos desde la zona de Santos-Pilarica.
Sobre las 7:15 h. despejamos ascendiendo suavemente, sin que se note. La cesta era para veinte personas pero íbamos quince con el piloto. (Foto cortesía de mi amiga Eva).
Vemos la salida del sol, espectacular. Arriba no se nota el viento ni hay ruidos, solo nuestras conversaciones.
Un globo no se puede dirigir donde tú quieras sino que depende de los vientos, son ellos los que deciden donde irás. Es como una pompa de jabón.
Cruzamos la ciudad por la parte noreste, viendo la torre de la catedral o San Pablo por un lado y el barrio de la Rondilla por el otro.
Pasamos por encima del Pisuerga.
Y un poco más allá el canal de Castilla con la dársena al fondo.
Al final aterrizamos en un rastrojo habiendo pasado Fuente Berrocal. El vuelo ha durado más o menos una hora.
Allí la empresa nos da un aperitivo después de ayudar a recoger el globo y la cesta.
También nos dan un diploma.
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