miércoles, 13 de noviembre de 2013

El felpudo




Hola a tod@s:

Hoy voy a contar una de las últimas torpezas.  El pasado sábado me invitaron unos amigos a conocer su nueva vivienda, un adosado en una urbanización de las afueras de Valladolid. Salí con tiempo de casa, por que como no conocía la zona, no quería llegar muy tarde. Llegué a la urbanización y me puse a dar vueltas con el coche sin encontrar la calle, di más vueltas que un ventilador. Al final, decidí dejar el coche y buscar la calle andando. Menos mal que estaba cerca. Al llegar, un poco tarde y un poco nerviosa por si era la última (y sí, como de costumbre fui la última) toqué al timbre, salió a abrir el marido de mi amiga,  me mandó entrar y no vi el felpudo tan alto que tenían. Madre mía, era un felpudo para escalarlo. Lo que pasó es que tropecé, y con tan mala suerte que al irme hacia adelante, cayéndome, le agarré de la manga de la camisa y se la rompí. No podéis el apuro que pasé. Con el chillido que di, salieron todos pensando que había pasado algo grave y la imagen que vieron fue, a mí en el suelo y a él con la manga de la camisa rota. Ya tengo pensado regalarle una camisa nueva.

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