Esta ruta la organizó la oficina de turismo de Cigales.
Salimos desde la zona de la ermita de Viloria, que se encuentra más o menos a
un kilómetro del pueblo, por el camino de los Mártires. La parte más antigua es
del siglo SVI.
Lo primero que nos explica el guía es un viñedo, relativamente joven y en espaldera, es decir, preparado para que puedan entrar las máquinas.
Empezamos a subir por un camino hacia el noroeste, vemos en
lo alto de una loma la llamada caseta de los cohetes, el lugar desde donde se
tiraban los cohetes con yoduro de plata y así espantar las tormentas y si
traían granizo desnaturalizar los cristales y convertirlos en agua. Hoy día
esta práctica está prohibida por ser altamente contaminante.
En esta parte, con laderas acusadas vemos mucho pino carrasco que se caracteriza porque tiene muchas piñas y son pequeñas.
Al llegar a la parte de arriba giramos a la izquierda hacia la torre de vigilancia de incendios.
Entre los pinos se ve Mucientes y a lo lejos Valladolid.
Allí hacemos una parada para degustar un vino fresquito de la zona con unas copas que previamente nos habían regalado. Nos explica la diferencia entre clarete y rosado.
Ya de vuelta, nos acercamos hasta el punto geodésico, que
podemos subir porque la tierra está en barbecho, sino no se podría. No pone la
altura pero nos dice el guía que son 956, más de lo que parece.
Bajamos por el mismo camino y cerca ya de la ermita podemos
contemplar una viña con vides centenarias y que ya tiene brotes.